21/4/09

Todo es un ir y venir. Estamos creados para el cambio, pero este nos asusta hasta tal punto que deseariamos dar cincuenta pasos hacia atrás y nos sentimos atrapados. Queremos ser aquel infante que sonreía y gozaba con su primera pelota, al ver nevar, al descubrir que llueve o al ver como de una semilla crece una hermosa plantita a la que se puede cuidar con mucho cariño.
Tal y como crecemos aspiramos ha sorprender y destacar entre otros, nos gusta demostrar lo buenos que somos teniendo, de este modo, únicamente en cuenta la opinión de otros. Si somos buenos, admirables o bellos e inteligentes, no necesitamos demostrarlo para recibir alagos de otros, lo somos y es suficiente que nosotros lo sepamos para ser felices.
Cuando se aspira a algo y no se consigue, nos frustramos y entristecemos, nos nublamos, no recibimos reconocimiento externo y eso nos enfurruña. ¿Lo intentaste? Ahí esta, tu opinas que valía la pena intentarlo, dar el paso, no importa que no seas reconocido, ahí has estado y es por algo que dentro de ti gritaba que valía la pena, que no eres horrible, que eres único y admirable, tu lo sabes, ¿qué más necesitas?
La felicidad se encuentra en lo más simple y ordinario, en el balanceo de una hoja al caer del árbol, en el ir y venir de las olas, en el viento acariciandote el rostro, en una melodía, en una palabra, en una mirada...
Bueno es el descanso cuando la mente se siente repleta de cosas. La vida fluye, y nosotros insistimos en engancharnos a lo que tenemos y a correr en dirección al destino.
Respira, no se goza de llegar al destino, se goza del camino. La vida, el conocimiento, la sabidruia, son caminos, no son un destino, no son un punto y final. Se conoce mientras se anda, se vive cuando se anda, se es sabio cuando se anda, sólo hace falta parar un segundo a respirar, a vaciar la mente y a llorar para expulsar esa rabia interna que no nos permite gozar del silencio.
Fluir con el cambio, sin temerlo, sin pegarse al pasado. No hay que sentir culpa siempre, ¡liberate!
Algún día, se consigue extender las alas, abarcar las nubes y olvidar lo que la modernización y el retroceso social impone, sólo ser uno y disfrutar de ello, poder compartir con otros esa paz y serenidad y vivirla día a día.
Suena utópico, pero es real. Sólo sigue avanzando por el sendero, siempre sorprende.

2 comentaris:

Anònim ha dit...

Como dices tu, es utopico pero real.
nadie se queda a admirar, las cosas sencillas de la vida, cosas que en verdad son las mas hermosas y que siempre an estado ahi, la gente con el miedo a avanzar, va creando un escudo, que no los deja ver, que los vuelva ciegos, y a razon de esto, se pierden en un abismo oscuro, en el que no se pueden apreciar las cosas preciosas que ahi en este mundo.
siempre me pregunto, si eso que se dice de que los segundos antes de morir, uno ve toda la vida pasar por delante...querra decir, ¿que asta que no estamos cruzando la linea, no nos damos cuenta, de todo lo hermoso que ah pasado?
como decia cierto personajillo ^^
las cosas hermosas son invisibles para los ojos...ahi que buscar y sentir con el corazon.



Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya....

Istchy ha dit...

soy yo o no hay titulo?no le pongas...que ya con un parrafo y dos lineas me has mojado los ojos...pretendes hacerme llorar? mala persona jaja he tenido paciencia de leerlo sin prisa...masticando ^^