25/6/09

Sobre los cuentos...

Como de costumbre, utilizaré las tradicionales palabras que introducen toda historia clásica. Las llamo historias clásicas por qué "toda la vida" han estado ahí, por qué cualquiera conoce una de sus muchas versiones y por qué a todos los niños se les debe permitir soñar con aquel "Había una vez..."
Cuentenme si todo niño alguna vez no soñó con ser el príncipe salvador, el amante de las hermosas princesas. Expliquenme si jamás conocieron al superheroe que salvava una y otra vez la humanidad, si jamás soñaron en ser como él y si en su vida nunca pensaron en hacerla bella y agradable para llenar su corazón.
Me gustaría que todos los cuentos se conocieran en todo el mundo y que cualquier niño pudiese soñar con ellos, que cualquier niño pudiese aspirar a ser el príncipe o el superheroe, el Robin Hood que ayudará a la gente... También seria bello, que niños y adultos, jóvenes y ancianos, recordaran la magia de los cuentos, la ilusión de los sueños, la rosa de un pequeño príncipe, la oxidada armadura de aquel caballero, o la flor enorme que salvó un niño.
Y por literatura que no sea, que su ausencia no esté presente, que su transmisión de boca en boca jamás cese, por qué si hay algo bello, común a todos nosotros, es nuestra inocencia, nuestra ilusión y nuestros sueños, que nunca es tarde para aceptar la ayuda de nuestra hada madrina y cumplirlos. Olvidar quienes fuimos debería ser pecado, pero olvidar quienes somos en realidad exige más alto castigo. El ser humano que consiguió ser libre, se reconoce día a día ante el espejo.

Había una vez...