29/12/09

Té indio con canela

Reposa allá en lo hondo
como el agua del pozo
esperando que resurja
el color de su melena.
Transmuta con elegancia
del más chillón naranja
al más anciano marrón
sin preocupación
                           con constancia.

El metal retintinea
en la cálida taza
donde conservo su sabor
y el olor
             otra danza.

Cuan pasional se torna
su maldición oculta;
y el erotismo llama
a la sensual Canela.