11/9/08

0-El Loco

“Su intuición funciona al máximo. En este momento El Loco tiene el apoyo del Universo para dar su salto hacia lo desconocido. […] Pero el cero, sitio que ocupa El Loco, es el número sin números, en donde las guías son la confianza y la inocencia, no el escepticismo y las experiencias del pasado. […] Entonces dirás que es un loco, que no aprende.”
Tarot Osho Zen.


Abrió los ojos de golpe, no eran más de la una y media de la madrugada, y todos sus pensamientos empezaron a abrirse paso caóticamente, golpeándose por captar su atención.
Fue como un flash, recordó algunas imágenes de su sueño, pero no lo recordaba bien. “El sueño, ¡el sueño!” pensó, “Era algo importante, no puedo olvidarlo”. Y otro flash, sus ojos se abrieron aún más, como platos, y se movió con temor hacia la ventana. Subió la persiana intentando no hacer mucho ruido, abrió la ventana, y asomó la cabeza por ella.
-¡Agh…! –un grito ahogado se escapo de entre sus labios, se tapo la boca con ambas manos para evitar que escapara algún otro sonido.
Dio un paso atrás, tomó aire y se volvió a asomar. Efectivamente, allí estaba esa mujer, de pie, en medio de la calle, dejando que la lluvia la mojara. Sus rasgos no se podían distinguir con exactitud, por lo que no sabía si se trataba de una anciana o de una joven.
Ella no se movía, permanecía allí, quieta, bajo el agua, mojada, pero con la vista fija en la ventana, como esperando que ocurriera algo.
“¿Tendrá ella algo que ver con el sueño?” se preguntó.
Había oído hablar mucho de una mujer de gran sabiduría, que no se comportaba como el resto ni se dejaba influenciar por sus viciosos modos de vida. Era una consejera que se dedicaba a ayudar a encontrarse a aquellos que se lo pedían. Pero todo eso eran leyendas, no podía ocurrir en la vida real, no?
A pesar de las leyendas, ella estaba allí sin moverse, tranquila y serena, esperando paciente a algo o, puede que, a alguien.
“Si sigue ahí va a coger un buen catarro” pensó. Y se cambio de ropa, cogió un paraguas y salió hacia la mujer.
Cuando estuvo a su lado la tapó con el paraguas.
-Métete debajo, sino te vas a resfriar –dijo.
Ella le miró, sonriendo con gran calma, y cogió el mango del paraguas, que él soltó en ese momento. Él pensó que la mujer había aceptado su buena voluntad y, de ese modo, le estaba agradeciendo su hospitalidad. Pero, de repente, ella lanzó el paraguas con furia.
-¿¡Qué hace!? –gritó él enfurruñado.
Ella había echado a correr por la calle. Él la siguió en busca de explicaciones, y así se inició la persecución.
Otro flash más, él quedó petrificado, todo ocurría como en el sueño, no lo entendía. Entonces, viendo que la había perdido, supo a donde acudir.
Llegó al lugar en poco tiempo, era un bello bosque que se encontraba a las afueras del pueblo con un río en el centro.
La encontró allí, sentada a la orilla del río sobre la hierba mojada, con la lluvia aún empapándola. Se acercó a ella, y bajo la luz de la luna reconoció los rasgos de una anciana. Se sentó a su lado.
-He venido a por respuestas –empezó él.
-Adelante, joven, ¿qué quieres saber? –respondió ella sin apartar la vista del río.
-¿Por qué ha lanzado el paraguas? ¿Por qué estaba bajo la lluvia mirando hacia mi ventana?
Ella soltó una carcajada.
-¿Eres incapaz de hallar respuestas a esas preguntas por ti mismo? –le preguntó.
-Yo… -su voz se vio apagada y pensó que la mujer estaba loca, que era una completa extraña- No entiendo que me ha impulsado a venir a perder el tiempo con usted.
Se levantó dispuesto a irse, pero la anciana, entonces, habló:
-¿Vas a irte sin antes haber aceptado la invitación del río?
Se giró a mirarla, ella estaba de pie observando la corriente de agua, y continuó:
-El río nos invita a dejarnos llevar por él.
-¿Qué quiere decir con eso?
Ella lo miró con dulzura en ese momento para responderle:
-El río nos pide que confiemos en él y nos dejemos llevar por su corriente.
-¡Pero eso es una locura! –gritó él- ¡Si hacemos eso acabaremos perdidos quien sabe donde! ¡Además, no sabemos si este río lleva a alguna catarata, sería peligroso!
-¿Acaso no has pasado toda tu vida perdido? A veces, para encontrarnos, debemos dar un gran salto –dijo ella con calma.
-¿Qué pretende con esas palabras? –le preguntó.
-Confía en el río, da tu primer paso, no va a pasarte nada malo.
Él se quedó quieto viendo como la anciana entraba en el río e iba a tumbarse para dejarse arrastrar por la corriente.
“Una leyenda, sólo una leyenda”. Las palabras resonaban en su cabeza.
“¡Basta!” gritó en su interior, y pensó en todas esas veces que se había quejado de su vida, avanzó un paso hacia el río, la anciana le miró. Se acordó de cuantas veces había querido saborear esa libertad, dio otro paso más.
Estaba a escasos centímetros de llegar al agua. “¿Por qué no confiar en esta mujer y en el río?”, y entonces entró en el agua. La mujer le sonrió y él asintió con la cabeza.
Se tumbaron sobre el agua dejando que sus cuerpos flotaran, sintiendo la corriente y formando parte de ella, disfrutando del roce de los peces, de las caricias del agua.
Él tenía los ojos cerrados mientras se dejaba llevar, disfrutando únicamente de todo aquello que podía percibir, dejando que su alma no se preocupara de nada, confiando plenamente en el río.
Entonces, se acercaba poco a poco el gran momento de éxtasis, el gran salto, el abismo, la catarata.
La corriente empujó sus cuerpos dejándolos suspendidos en el aire durante un momento, para después volver a formar parte del río y caer entre sus aguas, sintiendo que su viaje por las aguas había finalizado.
El joven, empapado y sonriente, salió del agua seguido por la mujer. Había amanecido.
-¡Esto es increíble! ¡Me siento como nuevo! –al joven le brillaban los ojos.
-Lógico –respondió ella.
Él se volvió para mirarla, esperando encontrarse con la anciana, pero en su lugar encontró una muchacha joven, de menor edad que él.
-¿Qué ocurre? –preguntó ella.
-¿Tu no eras una anciana?
Ella no evito el reír.
-Cierto, pero eso solo es un disfraz para que la gente confíe en mi palabra. ¿Me hubieses hecho caso si aquello te lo estuviese diciendo una cría? –respondió ella mientras se escurría el pelo.
-Entiendo. –dijo él- Querría pedirte una cosa.
-Adelante.
-¿Puedo viajar contigo? –preguntó. Ella sonrió.
-Supongo que no te puedo decir que no.
Ambos se dieron la mano como sellando un pacto, ella se disfrazó a continuación y reemprendieron el camino.
El pueblo más cercano se encontraba a pocos kilómetros de allí y llegaron en unas horas.
-Quiero llamar a casa, estarán preocupados –dijo él cuando vio una cabina. Ella le dejó hacer sin discusión.
El chico buscó unas monedas entre sus bolsillos pero no había cogido dinero.
-Tendrás que pedir dinero –le dijo ella, sentada en la calle con la mano puesta para pedir.
-¿Así sobrevives tu? –preguntó.
-Más o menos –respondió- Por cierto, debes dirigirte a mi como tu maestra, yo te llamaré Bilbo.
-Ese no es mi nombre, yo no me llamo así.
-¿Tanto importa el nombre que tengas? ¿Vas a dejar de ser tú por qué te llamen de otro modo?
-De acuerdo, maestra, usted manda –respondió con resignación.
-Toma, llámales –dijo ella depositando sobre su mano las monedas conseguidas.
El chico marcó el número de su casa.
-¿Dígame? –dijo una voz al otro lado del teléfono.
-¡Mamá! Llamo para decirte que estoy bien.
-¿Dónde estás hijo mío?
-De viaje, he llegado a un pueblo a través del río, dejándome llevar por éste y moviéndome entre los bosques.
-¿Cuándo volverás?
-No lo sé, madre.
-Ay hijo mío, cuídate mucho y llámanos cuando puedas.
-Lo haré, no lo dudes.
-De verdad, hijo, que estás realmente loco.
-Mamá, no sabes cuanto me alegro de ser un loco.
Y colgó el teléfono, se sentó al lado de la muchacha y suspiró.
-¿Y ahora que hacemos? –le preguntó.
-Bilbo –respondió-, ahora esto acaba de empezar.
Se levantaron y empezaron ha andar por el pueblo, sin rumbo, dejándose guiar por sus pasos.










(Esto es solo un esbozo de está la historia, es lo primero que he escrito,el primer capítulo, supongo que lo continuaré, pero me gustaria mucho que me dieráis vuestra opinión, pues estoy pensando en ampliarlo y mirando el modo de expresar mejor las ideas....Gracias)

3 comentaris:

Istchy ha dit...

no soy de los que suelen escribir una introduccion de perfecto encaje (creo que se me da mal xD) pero en este caso, puede que uede mejor si le pusieras una mini,porque "abrir los ojos de golpe" da mucha susto, puede dar una sensacion un pelin tetrica.

la expression "salio hacia ella" me resulta algo raro, pero honestamente no sabria que otra cosa poner.

me ha gustado el disfraz de la joven =D no me lo esperaba,pero...pobre xiqueta xD que condenada no?=P es broma

el primer parrafo, por alguna razon te veo muy identificada, porque me parece que una vez m contaste algo parecido.

"¿Vas a dejar de ser tú por qué te llamen de otro modo?" mucha gente piensa que si.

ultilizas mucho el termino "loco" desde creo que bastante tiempo si no recuerdo mal, cuidado con abusar...

creo que yata :P
opiniones muy personales

Xenna

Nemus ha dit...

La verdad es que tengo que mirar poco a poco los pequeños detalles e ir puliendolos.

Y si, es cierto que utilizo el término loco desde hace algún tiempo, pero en este caso era inevitable, la historia empezaba con ese significado tal y como la tengo estructurada en mi cabeza...

Gracias por tu opinión^^

Anònim ha dit...

Fijate bien en lo que haces cuando despiertas de una pesadilla, luego me cuentas... y eso te servirá para comenzar tu historia.

En lugar de flash, fogonazo, al fin y al cabo escribes en castellano.

Sacando la cabeza por la ventana es un poco dificil taparse la boca con ambas manos, haz la prueba.

"a ayudar a encontrarse a aquellos" lo cambio por "a ayudar a aquellos que necesitan encontrarse a si mismos".


"sino te vas a resfriar" por "si no te vas a acatarrar" (sino es el destino)

"con gran calma" suena raro "con mucha calma" (la calma no es grande o pequeña)

El nombre de Bilbo salta a mi cabeza como el personaje del señor de los anillos, busca otro nombre para tu personaje.

La conversación entre madre e hijo es demasiado dulce,con una madre así ¿quien quiere marcharse?... me la imagino haciendo la cama, cuidando de sus plantas, subiendo el desayuno a su hijo, ¿como no confiar primero en ella?

aggg he muerto... Mira " empezaron HA andar por el pueblo " empezaron a andar por el pueblo " Es bastante común este error entre blogeros.

Animo, con una buena redacción facilitas la lectura, recuerda que la sencillez es la mejor arma. Suerte.

Un saludo. Desde "la reina del Kaos"